martes, 8 de noviembre de 2011

Mujeres inmigrantes durante la dictadura, un ejemplo de coraje/ Immigrant women during the dictatorship, an example of courage


Hablar de Bruselas hoy en día es hablar de la actualidad europea, de sus instituciones y de un gran número de organizaciones internacionales cuyas sedes encuentran en la ciudad el espacio ideal para luchar por sus objetivos. Se trata ésta de una realidad muy diferente a la que vivieron muchas mujeres españolas entre los años 50 y 70 del siglo pasado, mujeres  que en aquel entonces dejaron todo lo que tenían para comenzar, junto a sus maridos e hijos, una nueva vida en esta misma ciudad que parecía ofrecerles mejores oportunidades laborales y sociales. Sus edades actuales rodan entre los 70 y 90 años y oírlas hablar es como abrir un libro de historia lleno de anécdotas y experiencias.

La Asociación Hispano- Belga, creada en 1964 con el fin de promover la integración y fomentar la colaboración entre los ciudadanos belgas y las personas de origen inmigrante, ofrece a estas mujeres un espacio en el que se encuentran, dos veces por semana, con amigas compatriotas con el fin de hacer sus días más llevaderos a través de la realización de diversas actividades. Se trata de un momento de gran valor para ellas dado que muchas, viudas y con sus hijos ya mayores, se han visto de pronto solas en un país que las acogió pero que no terminan de ver como suyo. Efectivamente, es necesario conocer la realidad social de aquellos años para comprender que las relaciones sociales se desarrollaban de manera muy diferente a como lo hacen actualmente; estas mujeres llegaron a Bruselas, bien solas, bien acompañadas de sus hijos, con el fin de unirse a sus maridos y su círculo social se reducía al laboral (en los pocos casos en los que la mujer trabajaba) y al del hogar, por lo que escasas veces conseguían aprender el idioma o desarrollar alguna actividad que les posibilitara la plena integración.

Como siempre, hay excepciones y Francisca es uno de ellos; Desde que sus hijos tuvieron edad para ir al colegio, decidió retomar sus inquietudes personales como son la pintura y la poesía y a través de ellas logró encontrar su espacio en esta ciudad al mismo tiempo que se ocupaba de su familia y de esta manera integrarse como una más. Pero la vida de María fue muy diferente y eso se siente a través de su mirada perdida. Proveniente de un pequeño pueblo de Andalucía y de familia humilde, recorrió en tren y autobús junto a sus 6 hijos media Europa antes de unirse a su marido y lo que le esperaba en la nueva ciudad era una vida dedicada exclusivamente a ellos, viviendo muy de espaldas a la sociedad que la acogía. Es en parte debido a esto que su plena integración, tanto en Bruselas como en su pueblo natal, es casi imposible hoy en día. En Bruselas, por su dedicación absoluta al hogar y en su pueblo natal porque después de tantos años, el desarraigo ha sido tal que poco le queda de lo que allí tenía.

Hablar con cada una de ellas, sea cual sea su origen y la motivación que las llevó a cambiar de país, resulta una enriquecedora fuente de inspiración por la valentía y el coraje que mostraron a lo largo de sus vidas, desde el momento en que decidieron dejar atrás todo lo que tenían y comenzar de nuevo a construir su futuro, en un país cuya lengua no hablaban y en un entorno que les resultaba por completo desconocido y, sobre todo, en una época en la que cambiar de país suponía prácticamente romper con cualquier atadura anterior tanto personal como material, dado el escaso desarrollo de los medios de comunicación que existían entonces.

Resulta especialmente conmovedor cuando se les pregunta sobre la sensación de nostalgia o sobre si existe algún motivo de arrepentimiento sobre la decisión que tomaron al emigrar. Su respuesta es casi siempre la misma y es que las alternativas que con las que contaban no eran muchas dada la situación de pobreza de su lugar de origen.  Para ellas Bruselas supuso un salto a una mejor calidad de vida. Esta ciudad las acogió y les ofreció una vida mejor por lo que poco pueden recriminarle y por otro lado, como ellas mismas dicen, tampoco saben lo que se perdieron, su vida estaba aquí, y como tal lo asumieron.

Hoy en día, con la crisis que estamos sufriendo, existe una nueva oleada de emigrantes, de jóvenes que deciden dar el salto por el mismo motivo, sin embargo, la realidad con la que se enfrentan es muy diferente a la de antaño. 

Vivimos en un mundo globalizado donde cualquier producto, venga de donde venga, se encuentra fácilmente en cualquier tienda de barrio y donde pasar un fin de semana con la familia en la ciudad natal es casi como ir a comprar el pan, por eso resulta tan admirable el paso que dieron estas mujeres cuando sintieron la necesidad y la fuerza que las mantuvo aquí hasta el día de hoy.



English version:


To talk about Brussels today is to talk about European current issues, its institutions and a large number of international organizations whose headquarters find in the city the ideal place to pursue their goals. This is a very different reality of that found by many Spanish women who came to Brussels during the 50s and 70s of the last century. These women left behind all they had in order to start, together with their husbands and children, a new life, as it offered them better job opportunities and social services. They are now between 70 and 90 years old and hearing them speaking is like opening a history book full of anecdotes and experiences.

The Spanish-Belgian Association, created in 1964 with the aim of promoting integration and to encourage collaboration between Belgian and inmigrants, gives these women a space in which, twice a week, they can meet with friends and make their days more bearable through various activities. This is a moment of great value to them as many, widows and with their children grown up, have suddenly found themselves alone in a country that welcomed them once but that still, do not quite look like theirs. It is important to take into account the social reality of that period in order to understand that social relations were developing very differently than they do now. Some of these women came to Brussels, either alone, or accompanied by their children, to join their husbands. Their social circle was limited to the workplace (in the few cases where the woman worked) and the household, so they didn’t have many chances to learn the language or develop an activity that would enable them full integration.

There are exceptions and Francisca is one of them; Since their children were old enough to go to school when she arrived, she decided to go back to her hobbies such as painting and poetry, and through them she managed to find her place in this city at the same time she took care of her family. But María’s life was very different and that can be felt through her stare. Coming from a small town in Andalusia and a humble family, she traveled by train and by bus with her six children through Europe before joining her husband. What she found in the new city was a life devoted exclusively to them, living appart to the society. It is partly because of this that her full integration, both in Brussels and in her hometown, it is almost impossible today. In Brussels, due to the absolute dedication to her home and in her hometown because, after so many years, the uprooting has been such that little is left of what it was there.

To talk to each of them, whatever their origin and motivation that led them to leave their country, it is a rich source of inspiration for the bravery and courage they showed throughout their lives; They decided to leave behind everything they had and start building their future in a country whose language they did not speak and an in an environment that was completely unknown to them, and in a time when changing from one country to another meant breaking any previous binding both personal and material, given the limited development of the media that existed.


It is especially moving when they are asked about the feeling of nostalgia or whether there is any reason of regret on their decision to emigrate. Their answer is almost always the same; the alternatives they had were not many given the poverty they suffered at home. Brussels was for them a leap to a better quality of life. The city welcomed them and offered them a better life so little can be reproach. On the other hand, as they say, they do not know what they missed, their life was here, and as such it was assumed.


Today, with the new economic crisis, there is a new wave of immigrants, young people who decide to jump for the same reason. However, the reality they face is very different. We live in a globalized world where any product, no matter where it comes from, is easy to find at any corner and a world where to spend a weekend in the family's hometown is almost like going to buy bread, that's why it is so admirable the step that these women took when they felt the need. 

lunes, 25 de julio de 2011

Alberto Vicente

Entusiasmo, pasión, entrega, sentimiento,… cualquiera de estos calificativos servirían para describir a esa persona de la eterna sonrisa que es Alberto, calificativos que se ven reflejados en su fotografía de manera cada vez más evidente a medida que avanzamos en el tiempo a través de ellas hasta llegar a la madurez actual.

Pero sus fotografías son también un claro reflejo de su personalidad en cuanto que transmiten ese interés incesante por conocer, por estar abierto a un mundo visto sin prejuicios, alimentándose de sus riquezas y mirando más allá de lo obvio, siendo capaz de encontrar y plasmar un núcleo sentimental en cada objeto que, por sencillo, nos pasa desapercibido al resto.

Esa capacidad de humanizar cada objeto o persona que fotografía y ese permanente deseo por entender y formarse técnicamente, sumado a su inquietud y carácter perfeccionista es lo que le ha llevado a definirse cada vez más como un fotógrafo de gran profesionalidad, admirado tanto por los que le conocen personalmente como por los que no.

Decir por último que aunque Alberto es fiel a la fotografía en blanco y negro, cuya técnica de positivado ha ido perfeccionado cada vez más tal y como se puede observar en sus últimos trabajos, no lo es a la cámara, y es que la misma inquietud que le lleva a fotografiar todo lo que para él merece ser representado, es la que le lleva a utilizar cámaras analógicas de cualquier modelo y época, adquiridas en sus casi rituales paseos por El Rastro de Madrid.

sábado, 21 de mayo de 2011

Los españoles se despiertan, y hablan..,.


Después de cuatro días en las manifestaciones de la Puerta del Sol de Madrid, me siento segura para hablar de ello con conocimiento de causa. No pude participar en la manifestación del domingo15 de mayo por encontrarme fuera de España, así los acontecimientos posteriores me cogieron por sorpresa, como también me cogió por sorpresa la confusión que se estaba cociendo entorno a estos  acontecimientos sobre el origen y la motivación del movimiento.

Por un lado oí a través de los medios de comunicación, partidos que mencionaban el movimiento en sus discursos políticos, ya sea para criticarlos, para culpar a otros partidos de estar detrás de su origen o bien para apoyarlos y ganarse así la simpatía de los movilizados. Por otro lado escuchaba las opiniones de la sociedad civil, de las ONG, mundo en el cual me muevo, que me transmitían todo lo contrario, es decir que el origen del movimiento era absolutamente apolítico. Escuchadas las dos versiones, me dirijí al terreno de juego, la Puerta del Sol, y me sorprendió gratamente lo que allí vi, cada día más.

Aunque me gustaría hablar de este movimiento desde el punto de vista de su estructura interna (esto merece otro capítulo), trataré de explicar a aquellos que creen que se trata de un movimiento movido por hilos políticos, el por qué de su equivocación. Por un lado, desde los “organizadores” del movimiento (que son simplemente los jóvenes estudiantes que decidieron quedarse una noche y luego otra y otra…) se pidió en todo momento, a través de la megafonía instalada en la plaza, la ausencia de representaciones políticas así como de carteles que hicieran mención a ellos, reclamo que se cumplió. En ningún momento se pedía el voto en una dirección u otra, en ningún momento se pedía la abstención, es más, se promovía exactamente lo contrario a través de la distribución de folletos explicativos que repartían a todo el mundo dando a conocer lo perjudicial de no votar o de hacerlo en blanco. Hablando con uno de los jóvenes que acampaba allí y que decía sentirse anárquico, me decía que echaba en falta la representación de personas con ideología de derechas, conservadora, pero contraria a cómo se están desarrollando los asuntos políticos y económicos, puesto que en su opinión, solo de esta manera podría considerarse un movimiento verdaderamente democrático, enriquecedor y con plena representatividad de todo el pueblo. Estas son las voces que no se han escuchado en prensa.

Ha habido críticas por el hecho de que este movimiento sucediera justo antes de las elecciones, y no unos meses atrás. Lo cierto es que ya antes del 15 de mayo y desde que Zapatero anunció los famosos cambios estructurales de mayo de 2010 se llevaron a cabo diversos intentos, aunque no muy exitosos debido a la falta de unidad y organización. Ha habido, y sigue habiendo, movimientos en contra de los CIEs (Centro de Internamientos de Extranjeros), de la Ley Synde, de las medidas económica que hemos pagado nosotros y no los bancos,  a favor de una Vivienda Digna,... que, de nuevo, no encontraron su espacio en los medios porque no resultaban golosos para ellos y por tanto su difusión y el conocimiento de su existencia por la población fue escaso. Hubo una huelga general, en septiembre de 2011, que no desembocó tampoco en nada más porque mucha gente no se sentía identificada con los sindicatos, y mucho menos los jóvenes. 

Entonces ¿Por qué ahora? Porque la indignación de mucha gente, tras ver que en las listas electorales se presentaban candidatos imputados de los principales partidos políticos, terminó por despertarse; porque la gente, tras preguntarse una y otra vez a quien votar, no encontraban respuesta; porque no se sentían, no nos sentimos representados, porque nos sentimos engañados, y todo esto unido a las redes sociales (de nuevo!!) y a la frustración de otros movimientos que vieron que por su propia cuenta no lograban hacerse oír, consiguieron lo que estos días se ha visto en Sol. No es una iniciativa de una persona (se han dicho tantas barbaridades a este respecto que prefiero no volver a citarlas por vergüenza), sino la admirable y espontánea puesta en común de mucha gente que ha sabido, de manera clara y tolerante, unir los esfuerzos para dar voz a las miles de personas que sienten que no la tienen, desde jóvenes estudiantes hasta jubilados.

Por supuesto que se pretende influir en el voto, pero no hacia o contra nadie, lo que se está pidiendo es un voto responsable. Este es el momento en el cual la gente va a decidir quien quiere que le gobierne, donde los políticos hacen campaña de sus partidos. Pues bien, la sociedad civil también ha querido tener su espacio y hacer campaña contra un sistema que nos ha engañado, que nos ha robado, y que nos ha limitado en libertades e ilusiones. Y quien pide esto no es otra que gente formada, con educación y un fuerte espíritu critico que han sido tachados muchas veces de vagos, de pasivos y de estar interesados únicamente por el sol, la cerveza y la siesta. Ya no es gente que habla desde la utopía y las ideologías románticas promovidas por filósofos e intelectuales, es gente que ha sabido informarse y documentarse con los medios que han tenido a su alcance para saber lo que les pertenece y reclamarlo.

Mañana se decidirá si la acampada continúa o no, es probable que deje de ser una manifestación callejera masiva para pasar a una acción más directa y pragmática donde se reclamen puntos concretos, pero lo que ha sucedido en Sol y en otras muchas ciudades españolas ha sido una lección al resto del mundo y también a nosotros mismos de que no somos una sociedad muerta que acepta el sistema y las decisiones políticas tal y como nos llegan. Esto ha sido una muestra de que, como ciudadanos con derechos, merecemos que éstos sean respetados, merecemos que se nos tenga en cuenta y que se nos respete. En definitiva, que se nos escuche.

domingo, 24 de abril de 2011

Hacer justicia a la violación de Derechos Humanos en Nepal


Contexto

Nepal es un estado multicultural, multilingüe y secular con una gran variedad de territorios. Hasta el año 1990, este pequeño estado de Asia era una monarquía absoluta, año en que el rey inició un proceso de reformas políticas estableciendo un sistema de monarquía parlamentaria, donde el cargo de jefe de estado era ejercido por el rey, mientras que el jefe de gobierno era el primer ministro.

La Guerra Civil nepalesa que comenzó en 1996 y duró 10 años fue un conflicto que enfrentó al gobierno monárquico de Nepal con los rebeldes maoístas, los cuales pretendían instaurar una República Popular de Nepal. La guerra provocó la muerte de más de 12.700 personas y 1.200 desaparecidos. Librada entre las fuerzas monárquicas, las conservadoras y las maoístas, el conflicto estuvo influenciado, y su vez afectado, por las fisuras sociales relacionadas con la casta, la distribución económica, la etnia y la región.

Durante gran parte, los maoístas controlaron las zonas rurales, que comprenden hasta el 80% del país, mientras que el Gobierno mantuvo el control en la sede de cada uno de los 75 distritos de Nepal, donde estaban basadas la administración y las fuerzas de seguridad. Mientras que las desapariciones comenzaron en las primeras etapas del conflicto, perpetradas por la Policía Nacional y la Fuerza Armada de Policía, la participación del Ejército Real de Nepal (ARN) aumentó significativamente tanto el total de víctimas del conflicto como el número de desapariciones forzadas. A partir de 2001, a raíz de la participación de la ARN y la declaración de un estado de emergencia, el Estado  aumentó drásticamente las violaciones de las leyes del conflicto armado, según organismos de derechos humanos.

El Acuerdo General de Paz (CPA, por sus siglas en inglés), firmado entre el nuevo gobierno democrático y el partido maoísta, estableció el fin del conflicto el 21 de noviembre de 2006, a través del cual los maoístas tomarían parte en el nuevo gobierno a cambio de entregar las armas a la ONU. El 24 de diciembre de 2007, los diversos partidos políticos de Nepal acordaron que la monarquía del país sería abolida por parte de una Asamblea constitucional que se elegiría el año siguiente. En las elecciones para la asamblea que tuvieron lugar en 2008, resultó vencedor el Partido Comunista de Nepal (Maoísta) (PCN-M) y ese mismo año, los miembros electos de la Asamblea Constituyente proclamaron la República.
Sin embargo, no se cumplió con la promesa de hacer públicos los detalles sobre los desaparecidos, ni se desmovilizó o reestructuró la fuerzas militares y de seguridad de Nepal, además, el ritmo de cambio se ha ralentizado considerablemente desde 2009 como consecuencia del aumento de la agitación de los partidos políticos.

Acuerdo General del Paz

Existe actualmente un gran debate en relación a los legados de las injusticias del pasado, la responsabilidad de las violaciones en masa y la manera de hacer justicia ante ellos. Tal y como fue requerido en el CPA, el gobierno desarrolló en 2008 y 2007 un borrador legislativo para una Comisión de la Verdad y una Comisión sobre las Desapariciones respectivamente, en el marco de lo que se conoce como Justicia Transicional, con el fin de alcanzar una serie de objetivos en relación con las violaciones de los derechos humanos y de las leyes humanitarias internacionales. Aunque ninguno de los mecanismos han sido adoptados,  ha movilizado el debate y el interés de la sociedad civil en cuanto a su efectividad y compatibilidad con otras herramientas judiciales.

Recientemente se ha anunciado a través de diferentes foros sociales, políticos y legales que la rendición de cuentas sobre los abusos y violaciones de los derechos humanos relacionados con el conflicto no puede realizarse a través de los sistemas de justicia y que, en su lugar, debe recaer en su totalidad sobre la competencia de los mecanismos de Justicia Transicional mencionados antes, lo cual ha hecho saltar la alarma a la sociedad civil y organizaciones de derechos humanos a nivel internacional ya que estos mecanismos son temporales por definición y reciben mandatos específicos y limitados. Además, poseen funciones diferentes a las Cortes Legales en cuanto que, sobre todo, priorizan deliberadamente a las víctimas, mientras que las Cortes Legales se preocupan además por la posible culpabilidad de los acusados. Tal y como se informaba desde la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (OHCHR, por sus siglas en inglés) “una Comisión de la Verdad debería ser vista como complementaria a una acción judicial” y no como una base para suplantar o suprimir los sistemas de justicia.


Los procesos de justicia transicional buscan en general, lograr cambios estructurales en aspectos relacionados con la justicia, la verdad, la reparación y la memoria, para dejar atrás los diseños institucionales, las normas y las prácticas –tanto políticas como judiciales – que contribuyeron a generar el conflicto armado o el gobierno autoritario –o ambos – y transitar hacia la democracia. Los sistemas de justicia por su parte cumplen el importante rol de 1) Proteger los derechos de las víctimas y 2) consolidar los estados y democracias donde no exista espacio para la impunidad de las graves violaciones de derechos humanos. Ambos aspectos son claves para propiciar una transición sólida y evitar la repetición de hechos pasados. En las transiciones democráticas, los poderes judiciales tratan de evitar la impunidad y de garantizar los derechos de las víctimas, por tanto, pretender aplicar los mecanismos de la Justicia Transicional mencionados al principio, sin las herramientas complementarias pertinentes, puede ser percibido como un intento deliberado de perpetuar la impunidad de las violaciones cometidas durante el conflicto armado.

El reto está por tanto en crear sistemas de justicia sólidos que garanticen los derechos de las víctimas pero que además erradiquen la impunidad, es decir, que los culpables paguen por sus violaciones, esencial en un Estado de Derecho, a través de poderes judiciales que incorporen la perspectiva y derechos de las víctimas en el trámite de los procesos judiciales.


*UN Photo/Nayan Tara/Agnieszka Mikulska

sábado, 16 de abril de 2011

7.000 millones de habitantes y los derechos de salud sexual y reproductiva


Esa es la cantidad de personas que habitarán el planeta este año 2011, el doble que hace 50 años, y serán probablemente 2.000 millones más en el 2050 si se mantiene este ritmo. El 97% de esta población vive en países empobrecidos y la gran mayoría en el medio urbano.

Cuando en los medios, conferencias y otros espacios se habla de este asunto, se hace también mención a otros datos como que el mayor crecimiento de la población se está dando en los países empobrecidos y junto a esta información se añade otra referente a la escasez de recursos para abastecer a semejante cantidad de personas. Esto desemboca en una conclusión: Control de la Natalidad.

Como vivimos en una sociedad, en un momento, en el que todo el mundo opina, carezca de más o menos información y de más o menos espíritu crítico, se transmite la idea, ahora sí, de que hay que proporcionar métodos anticonceptivos a la población de los países empobrecidos para que disminuyan su nivel de natalidad antes de que se acaben los recursos. Esto, así visto, repito, para aquellos/as con una visión etnocentrista, puede parecer obvio, pero cojamos una lupa y analicemos está afirmación de manera más detallada, pues no se trata de algo tan simple y por tanto no debe ser tratado como tal, aunque muchas empresas proveedoras y lobbies vean en ello una manera de sacar tajada.

Está demostrado que la tendencia a tener familias menos numerosas está vinculada a los avances en materia de salud materna e infantil, al acceso a la planificación familiar y a la mayor y mejor educación de las niñas, en definitiva, a la mejora de oportunidades para las mujeres. Éstos son además derechos que aparecen reflejados en los Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas y que deben ser tenidos en cuenta como medios para alcanzar otros objetivos relacionados con él.

Ligado con aquellos, existe otro menos conocido pero no menos importante, el Derecho a la Salud Sexual y Reproductiva, es decir, aquel que defiende que las mujeres y los hombres poseen el derecho a “tener control respecto de su sexualidad, a decidir libre y responsablemente sin verse sujetos a la coerción, la discriminación y la violencia; el derecho de todas las parejas e individuos a decidir de manera libre y responsable el número y espaciamiento de sus hijos y a disponer de la información, la educación y los medios para ello, así como a alcanzar el nivel más elevado de salud sexual y reproductiva". Pues bien, este Derecho fue por fin incluido en el marco del Derecho Internacional en calidad de derecho básico y fundamental en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo celebrada en El Cairo en 1996, en el cual participaron los gobiernos de más de 180 naciones de todo el mundo. 

El rápido crecimiento de la población no debe alarmarnos tanto por sus cifras sino por los problemas que esconde detrás. En un mundo de 7000 mil millones de habitantes, cada persona debe gozar de derechos humanos y de la dignidad humana. Se estima que actualmente 215 millones de mujeres quieren evitar o retrasar el embarazo, pero no tienen acceso a métodos anticonceptivos modernos. Aproximadamente 1.000 mujeres mueren cada día debido a complicaciones del embarazo y el parto, mientras que muchas de estas muertes podrían haberse evitado. Muchas mujeres sufren la violencia en forma de la mutilación genital femenina y otras prácticas tradicionales nocivas. Y demasiadas mujeres jóvenes y niñas se ven forzadas a contraer matrimonio y a tener hijos a edades muy jóvenes lo cual pone en riesgo sus oportunidades para la educación, su salud y su calidad de vida. En otras palabras, un gran esfuerzo sigue siendo necesario para que el acceso universal a la salud reproductiva sea una realidad para el año 2015, tal como se acordó en El Cairo en 1996 y posteriormente en la Cumbre del Milenio del año 2000. No se trata solo de facilitar una asistencia para solucionar un problema, sino que estamos hablando de un derecho básico de las personas y, por tanto, de una serie de obligaciones nacionales e internacionales que se tienen que asumir.

Por otro lado, y en relación a los recursos, en la afirmación inicial existe otro punto que igualmente nos hace llegar erróneamente a conclusiones precipitadas si no se analiza, y es el hecho de que se achaque al crecimiento de la población de los países empobrecidos, el origen de todos los males. Bien es cierto que la actividad humana ha afectado a todas las partes del planeta, a todos los sistemas ecológicos y está cambiando el clima del mundo, pero también es cierto que esto tiene mucho que ver con los patrones de consumo en todo el planeta y no solo en los países empobrecidos.

En conclusión, si nos preocupáramos y exigiéramos el cumplimiento de los derechos humanos tal y como aparecen en la Declaración Universal de Derechos Humanos y otras declaraciones firmadas posteriormente por la mayoría de los países y partidos políticos de todas las ideologías, muchos de los problemas mundiales tendrían más fácil solución o serían más facilmente abordables.

jueves, 14 de abril de 2011

Happythankyoumoreplease


No es una película genial, pasará a la historia sin pena ni gloria, habla del amor, como si no se hubieran hecho ya bastantes, pero creo que el positivismo que transmite, merece ser destacado, aunque solo sea por aquellos que han perdido la esperanza.

En la mayoría de las películas románticas, los personajes son perfectos, quiero decir, tan perfectos, tan guapos y guapas que uno se pregunta por qué tardan dos horas en ver el amor el uno en el otro cuando los espectadores lo han visto desde el primer minuto, y por supuesto, el final se ve claro. Son películas poco creíbles, películas que han hecho mucho daño a las jovencitas y no tan jovencitas, haciéndoles creer en un mundo perfecto con un perfecto príncipe azul que les ofrecería una vida perfecta.

Pues bien, en esta película que cito todo funciona de manera distinta. Para empezar, algunos de los protagonistas, la mayoría, son feos y con aspecto de sucios, y eso ya es algo. Se trata de la historia de tres parejas, con problemas y vidas diferentes. La primera, la de un escritor fracasado que de pronto ve en un niño que encuentra en el metro la manera de asumir alguna responsabilidad (responsabilidad limitada puesto que sabe que ese niño no estará con él para siempre). El escritor conoce a chica, a la que no acaba de aceptar quizás porque no se acaba de aceptar él mismo y no continúo esta historia porque es la más común y menos original de las tres. Por otro lado está la pareja de "los menos agraciados" aunque originales, que ven su historia de amor troncada porque la originalidad de él se empieza a diluir con la monotonía de cualquier pareja. Y por último está la chica, con problemas de alopecia, condenada a amar siempre a los hombres equivocados por esa tendencia que tenemos algunas mujeres en desear la fruta prohibida, como si un sentimiento partenalista nos empujara a fijarnos en aquellos que sentimos que necesitan de nuestra ayuda, cuando lo que necesitan es una buena dosis de cruda realidad. Esta chica, muy guapa, pero como digo, con alopecia, se encuentra de pronto con un hombre feo que hace cualquier cosa para llamar su atención, cosa que no consigue hasta que le pide a ella que cierre los ojos mientras le habla, hecho que parece romper el hechizo.

El mensaje general de la película es simplemente "Déjate querer", contrario a la mayoría de los mensajes que suelen ser "quiere, ama ciegamente", y que claro, tanto daño, como decía, ha causado, pues querer, es decir, amar a alguien, no conlleva necesariamente a que ese amor sea correspondido. Pero dejarte querer, porque sí, porque te lo mereces, porque te valoran, por como eres, debería ser algo que jamás nos saciara, que cuánto más, mejor. ¿Cómo rechazarlo?, ¿por qué esperar un amor imposible, un amor desagradecido, un amor dañino y desgraciado, cuando tenemos el amor de tantas otras personas que lo darían sin límite y sin condiciones?. No dice que no sea importante querer, obviamente lo es, pero tanto como dejarse querer y el protagonismo en esta película lo tiene el segundo, el que no queda reflejado normalmente en los otros filmes porque lo que vende es, desgraciadamente, sufrir por amor.

Así que sí, al amor hay que decirle siempre Happy Thank you, y More Please.... porque si nos lo dan, es porque nos lo merecemos.

domingo, 27 de febrero de 2011

Esperanza


Tengo 32 años y hasta ahora, mi relación con los acontecimientos históricos se ha desarrollado bien a través de los libros, bien de los documentales. Llevaba tiempo preguntándome si seria el fin de los grandes cambios, si la homogenización de la información, el acceso generalizado a ella y las nuevas formas de comunicación habrían acabado con cualquier forma de reivindicación. Temía que nos hubiésemos vuelto seres inertes abandonados a los deseos de una democracia encubierta y a unos intereses económicos y políticos desde el punto de vista estratégico por parte de diferentes actores en el escenario internacional.

Los dos últimos grandes acontecimientos, de aquellos que quedan grabados en los libros de historia de los colegios, fueron la caída del Muro de Berlín y con él, el fin de la Guerra Fría, y también la Guerra de los Balcanes que afectó a aquellos países que poco a poco se están convirtiendo en nuevos miembros de la Unión Europea y con los cuales tenemos importantes relaciones por su cercanía geográfica. Han sucedido por supuesto otros acontecimientos importantes y tristes que han tenido lugar en otros países del planeta como en Latinoamérica o África, sobre todo, guerras civiles que por desgracia no quedarán tan marcados en nuestra memoria por no haber causado una cadena de efectos de la magnitud de los anteriores en los países llamado occidentales.

Lo que está sucediendo ahora, por un lado la crisis económica (y de valores, como decía en una entrada anterior) y por otro, las revueltas en algunos de los países del Magreb como Túnez, Egipto o Libia y también en otros países de la península arábiga, me hacen volver a mirar al mundo con la esperanza de que no estamos del todo muertos en ideales, en esperanzas y en aspiraciones a crear un cambio que exija justicia para todos. Durante demasiado tiempo hemos estado paralizados, como hipnotizados ante el descaro de muchos dictadores con los que hemos mantenido incluso relaciones comerciales, importándonos más los intereses económicos que cualquier forma de derechos humanos. Como la insostenibilidad de la economía ante la locura del consumo, los regímenes dictatoriales están tocando su fin gracias a la lucha de una población que ha dicho basta.

Como decía antes, esto nos repercute a nosotros, los europeos, los occidentales en tanto que hemos mantenido relaciones comerciales con ellos desde el fin de los colonialismos sin preguntarnos jamás en las repercusiones que tendría el hacerlo con gobiernos corruptos que no cuentan con el apoyo de su población. Así, donde más se está notando por el momento es en la subida de la gasolina que está llevando a tomar ciertas medidas no desarrolladas desde la época de Franco como es la reducción del límite de velocidad, pero esta subida en el precio del petróleo se verá también reflejada en el precio de los alimentos y de otros muchos productos básicos de los que dependemos.

Todo esto supone por tanto un nuevo aviso al sistema y a la manera en la que hemos estado desarrollándonos en las últimas décadas, un aviso que nos alerta de los fallos de un sistema que creíamos exitoso hasta el momento. Y si sabemos hacer las cosas bien, si reflexionamos como requieren los acontecimientos y potenciamos una actitud autocrítica, reformularemos dicho sistema y daremos al mismo tiempo una lección positiva a aquellos países que están en estos momentos luchando por su propia democracia. Estos países requieren de nuestro apoyo y nos ven como modelo a seguir, no deberíamos defraudarles una vez más.