Después de cuatro días en las manifestaciones de la Puerta del Sol de Madrid, me siento segura para hablar de ello con conocimiento de causa. No pude participar en la manifestación del domingo15 de mayo por encontrarme fuera de España, así los acontecimientos posteriores me cogieron por sorpresa, como también me cogió por sorpresa la confusión que se estaba cociendo entorno a estos acontecimientos sobre el origen y la motivación del movimiento.

Aunque me gustaría hablar de este movimiento desde el punto de vista de su estructura interna (esto merece otro capítulo), trataré de explicar a aquellos que creen que se trata de un movimiento movido por hilos políticos, el por qué de su equivocación. Por un lado, desde los “organizadores” del movimiento (que son simplemente los jóvenes estudiantes que decidieron quedarse una noche y luego otra y otra…) se pidió en todo momento, a través de la megafonía instalada en la plaza, la ausencia de representaciones políticas así como de carteles que hicieran mención a ellos, reclamo que se cumplió. En ningún momento se pedía el voto en una dirección u otra, en ningún momento se pedía la abstención, es más, se promovía exactamente lo contrario a través de la distribución de folletos explicativos que repartían a todo el mundo dando a conocer lo perjudicial de no votar o de hacerlo en blanco. Hablando con uno de los jóvenes que acampaba allí y que decía sentirse anárquico, me decía que echaba en falta la representación de personas con ideología de derechas, conservadora, pero contraria a cómo se están desarrollando los asuntos políticos y económicos, puesto que en su opinión, solo de esta manera podría considerarse un movimiento verdaderamente democrático, enriquecedor y con plena representatividad de todo el pueblo. Estas son las voces que no se han escuchado en prensa.

Entonces ¿Por qué ahora? Porque la indignación de mucha gente, tras ver que en las listas electorales se presentaban candidatos imputados de los principales partidos políticos, terminó por despertarse; porque la gente, tras preguntarse una y otra vez a quien votar, no encontraban respuesta; porque no se sentían, no nos sentimos representados, porque nos sentimos engañados, y todo esto unido a las redes sociales (de nuevo!!) y a la frustración de otros movimientos que vieron que por su propia cuenta no lograban hacerse oír, consiguieron lo que estos días se ha visto en Sol. No es una iniciativa de una persona (se han dicho tantas barbaridades a este respecto que prefiero no volver a citarlas por vergüenza), sino la admirable y espontánea puesta en común de mucha gente que ha sabido, de manera clara y tolerante, unir los esfuerzos para dar voz a las miles de personas que sienten que no la tienen, desde jóvenes estudiantes hasta jubilados.
Por supuesto que se pretende influir en el voto, pero no hacia o contra nadie, lo que se está pidiendo es un voto responsable. Este es el momento en el cual la gente va a decidir quien quiere que le gobierne, donde los políticos hacen campaña de sus partidos. Pues bien, la sociedad civil también ha querido tener su espacio y hacer campaña contra un sistema que nos ha engañado, que nos ha robado, y que nos ha limitado en libertades e ilusiones. Y quien pide esto no es otra que gente formada, con educación y un fuerte espíritu critico que han sido tachados muchas veces de vagos, de pasivos y de estar interesados únicamente por el sol, la cerveza y la siesta. Ya no es gente que habla desde la utopía y las ideologías románticas promovidas por filósofos e intelectuales, es gente que ha sabido informarse y documentarse con los medios que han tenido a su alcance para saber lo que les pertenece y reclamarlo.
